El Mes de la Concientización en Ciberseguridad se celebra cada octubre. Empresas y organismos de todo el mundo se suman con campañas, charlas y simulaciones de phishing. Pero pasado ese mes, gran parte del esfuerzo se diluye: las personas vuelven a sus rutinas y la concientización deja de ser importante, hasta el próximo recordatorio anual.
La verdadera madurez digital no se logra con acciones puntuales, sino construyendo una cultura de ciberseguridad continua. Todos en la organización deben involucrarse y comprender que cada uno cumple un papel clave en proteger la información.
Del evento al hábito: el cambio de mentalidad que necesitan las organizaciones
Durante años, la concientización en ciberseguridad se enfocó en “campañas”, generalmente limitadas a un mes, con mensajes masivos y poca personalización. O en capacitaciones extensas que los empleados completan sin atención, solo por cumplir con un requisito de la empresa.
El entorno actual exige mucho más: con la llegada de nuevas tecnologías, las amenazas evolucionan constantemente. Con la inteligencia artificial se pueden clonar voces, crear videos simulando ser otra persona y mucho más. Por eso debemos estar un paso adelante.
Para poder lograrlo, se requiere transformar la cultura de una lógica reactiva a una proactiva y sostenida.
Esto implica que la seguridad debe dejar de ser un tema exclusivo del área de IT y se convierta en un valor compartido por toda la organización.
Cualquier persona dentro de la empresa pueden ser víctimas de un ciberataque, desde un asistente hasta un gerente.
La gamificación como aliada para sostener el interés en la concientización en ciberseguridad
Uno de los principales desafíos de cualquier programa de concientización es el engagement.
Las capacitaciones tradicionales suelen generar baja participación. Se concentran en charlas muy largas o presentaciones con muchas diapositivas que no resultan atractivas; de esta forma, los colaboradores las perciben como una obligación más sin involucrarse realmente en el proceso.
La gamificación cambia esa dinámica al incorporar elementos de juego (puntos, desafíos, trivias, rankings) que transforman el aprendizaje en una experiencia interactiva y motivadora.
En ZULA, transformamos las capacitaciones en misiones con videos, juegos y trivias para reforzar el aprendizaje y evaluar el conocimiento. Esto hace que los equipos se mantengan activos todo el año.
El enfoque de las capacitaciones está basado en el microlearning; así las misiones que pueden completarse en 5 minutos y garantizan el aprendizaje de forma natural y continua.
Medir, ajustar y evolucionar: la clave para sostener la cultura de concientización en ciberseguridad
Otra razón por la que muchas campañas pierden impacto es la falta de medición real del comportamiento.
No alcanza con saber quién completó un curso, porque hay que entender cómo las personas aplican lo aprendido. Es importante saber qué actitudes cambian y dónde siguen existiendo brechas.
Las plataformas de concientización modernas permiten:
- Medir la participación real (no solo clics o visualizaciones).
- Detectar temas críticos en los que los equipos fallan con frecuencia.
- Personalizar contenidos según el perfil y madurez de cada área.
Este enfoque basado en datos permite evolucionar continuamente la estrategia y no depender de campañas puntuales.
Cada usuario tiene un nivel de conocimiento distinto con respecto a la ciberseguridad. No es lo mismo capacitar al área de IT que al área de marketing, o a un colaborador con tres años de experiencia que a uno con veinte.
Por eso, la personalización de los contenidos es fundamental.
Cultura de ciberseguridad: un trabajo de todos los días
Construir una cultura de seguridad requiere constancia, empatía y creatividad.
La seguridad debe integrarse en la comunicación interna, en las decisiones diarias y en las herramientas que las personas usan.
Hay que darle voz a los empleados para que se sientan parte del proceso y no lo perciban como una obligación más. Además, se pueden ofrecer pequeños incentivos a quienes completen los desafíos o incluso realizar competencias por equipos para fomentar la motivación y la colaboración.
Las organizaciones que logran ese cambio de enfoque, son las que realmente reducen el riesgo humano.
De la concientización al compromiso
El Mes de la Concientización en Ciberseguridad es un excelente punto de partida; pero no debería ser el único momento del año en que se hable del tema.
Las amenazas no descansan, y la cultura digital segura se construye con aprendizaje constante, experiencias atractivas y datos que guíen la mejora continua.
En ZULA trabajamos para hacer eso posible: transformar la concientización en una experiencia divertida, medible y continua.
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